El arqueólogo estadounidense Richard D. Hansen aseguró que el uso excesivo de los recursos naturales dañó al sistema agrícola
El colapso de la civilización maya, tanto en las ciudades del preclásico como del clásico, se debió a la depredación ambiental por la "excesiva tala" y desforestación y daños al sistema agrícola, aseguró el arqueólogo estadounidense Richard D. Hansen.
"Se trató de un colapso y no de un abandono, porque el segundo es temporal; en tanto que el primero representa un abandono a largo plazo y la destrucción del sistema social y económico que mantiene a un Estado, como ocurrió en dicha región", indicó el experto en una conferencia magistral durante la inauguración del III Congreso Internacional de la Cultura Maya.
El arqueólogo y ambientalista de la Universidad Estatal de Idaho afirmó que las ciudades del período preclásico (1000 a.C.-150 d.C.) fueron "las más grandes del mundo en cuanto a su volumen, incluso las de mayor población en Mesoamérica".
Afirmó que este periodo comienza a estudiarse y se reconocen sus valores a partir de recientes investigaciones, y afirmó que de esta zona ubicada entre la frontera entre Guatemala y México "aún queda mucho por descubrir".
Precisó que estas ciudades se "ubicaron en la Cuenca Mirador-Calakmul, una región asentada en ambos lados de la frontera entre México y Guatemala, específicamente en Campeche".
Hansen, quien dirige el proyecto de investigación Cuenca Mirador en Guatemala, que incluye los sitios el Mirador, Nakbé, Wakná, Tintal y Nacchtum, en Guatemala, señaló que la caída de estas ciudades se registró en el periodo Preclásico Tardío, hacia 150 d.C. debido a la excesiva explotación de los recursos naturales.
"Fue similar al ocurrido a finales del periodo Clásico (300-900 d.C.), en ciudades como Palenque, Copán y Tikal, a causa del daño ambiental, derivado de la excesiva tala para la quema de cal y la producción de estuco con el que se recubrían los edificios.
Precisó que el "consumo ‘conspicuo' de los recursos naturales causó deforestación y daños en el sistema agrícola, lo que impidió cultivar la suficiente cantidad de alimentos para mantener a una población que para esa época llegaba alrededor de un millón de habitantes en toda la Cuenca".
Hansen dijo que esta conclusión es producto de 30 años de estudio en la cuenca, durante los cuales recolectó evidencias arqueológicas, como polen, isótopos, cerámica y lítica, que le han permitido comprobar la agresión ambiental.
Por su parte, el arqueólogo Alfredo Barrera, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Yucatán, afirmó que la civilización maya tuvo diversos procesos, "tomando en cuenta que fueron varios colapsos y varios desarrollos los que ocurrieron en esa área, y no sólo uno como se veía hasta hace poco y se enfocaba al periodo clásico".
El III Congreso Internacional de la Cultura Maya, que reúne a más de 200 especialistas, se celebra a partir del lunes hasta el 28 de marzo en Mérida, capital del estado mexicano de Yucatán.
El colapso de la civilización maya, tanto en las ciudades del preclásico como del clásico, se debió a la depredación ambiental por la "excesiva tala" y desforestación y daños al sistema agrícola, aseguró el arqueólogo estadounidense Richard D. Hansen.
"Se trató de un colapso y no de un abandono, porque el segundo es temporal; en tanto que el primero representa un abandono a largo plazo y la destrucción del sistema social y económico que mantiene a un Estado, como ocurrió en dicha región", indicó el experto en una conferencia magistral durante la inauguración del III Congreso Internacional de la Cultura Maya.
El arqueólogo y ambientalista de la Universidad Estatal de Idaho afirmó que las ciudades del período preclásico (1000 a.C.-150 d.C.) fueron "las más grandes del mundo en cuanto a su volumen, incluso las de mayor población en Mesoamérica".
Afirmó que este periodo comienza a estudiarse y se reconocen sus valores a partir de recientes investigaciones, y afirmó que de esta zona ubicada entre la frontera entre Guatemala y México "aún queda mucho por descubrir".
Precisó que estas ciudades se "ubicaron en la Cuenca Mirador-Calakmul, una región asentada en ambos lados de la frontera entre México y Guatemala, específicamente en Campeche".
Hansen, quien dirige el proyecto de investigación Cuenca Mirador en Guatemala, que incluye los sitios el Mirador, Nakbé, Wakná, Tintal y Nacchtum, en Guatemala, señaló que la caída de estas ciudades se registró en el periodo Preclásico Tardío, hacia 150 d.C. debido a la excesiva explotación de los recursos naturales.
"Fue similar al ocurrido a finales del periodo Clásico (300-900 d.C.), en ciudades como Palenque, Copán y Tikal, a causa del daño ambiental, derivado de la excesiva tala para la quema de cal y la producción de estuco con el que se recubrían los edificios.
Precisó que el "consumo ‘conspicuo' de los recursos naturales causó deforestación y daños en el sistema agrícola, lo que impidió cultivar la suficiente cantidad de alimentos para mantener a una población que para esa época llegaba alrededor de un millón de habitantes en toda la Cuenca".
Hansen dijo que esta conclusión es producto de 30 años de estudio en la cuenca, durante los cuales recolectó evidencias arqueológicas, como polen, isótopos, cerámica y lítica, que le han permitido comprobar la agresión ambiental.
Por su parte, el arqueólogo Alfredo Barrera, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Yucatán, afirmó que la civilización maya tuvo diversos procesos, "tomando en cuenta que fueron varios colapsos y varios desarrollos los que ocurrieron en esa área, y no sólo uno como se veía hasta hace poco y se enfocaba al periodo clásico".
El III Congreso Internacional de la Cultura Maya, que reúne a más de 200 especialistas, se celebra a partir del lunes hasta el 28 de marzo en Mérida, capital del estado mexicano de Yucatán.