No tienen tiempo de alimentarse ni reproducirse adecuadamente, por estar resguardándose del calor
El cambio climático podría provocar la extinción de 20% de las especies de lagartos y lagartijas del planeta en 2080, lo que se evitaría en parte si se redujeran las emisiones de CO2, según un estudio.
Los autores de este trabajo, que publica la revista científica estadounidense Science, creen que, aunque se tomen medidas para reducir la emisión de gases contaminantes, sería "inevitable" que en 2050 desaparezca 6% de las especies de saurios, de acuerdo con las tendencias actuales de la dispersión de carbono.
Éstas son dos de las principales conclusiones del estudio, dirigido por el investigador de la Universidad de California, en Santa Cruz (EU), Barry Sinervo, y que cuenta, entre otros, con la participación del experto español Ignacio De la Riva, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Los investigadores advierten expresamente de un riesgo de extinción especial para los lagartos vivíparos, frente a los ovíparos.
Las previsiones -los cálculos constatan que podrían desaparecer en 70 años unas mil 300 de las cinco mil 100 especies de lagartos y lagartijas conocidos- es fruto de un modelo matemático validado con trabajos de campo de cuatro continentes y con participación de 26 científicos.
Los autores aseguran que para muchos lagartos el cambio climático es cuestión de "vida o muerte", y reconocen que los datos son "descorazonadores y devastadores", aunque "hay esperanzas" para los lagartos del planeta si se toman ya medidas mundiales.
La investigación comenzó a raíz de un estudio desarrollado en México, y tras la constatación de que ciertas poblaciones de lagartija de turbera (Zootoca vivipara) de Francia se habían extinguido.
En concreto, el equipo de Sinervo comprobó, sobre un total de 48 especies de lagartijas mexicanas del género Sceloporus, que los animales habían desaparecido en el 12 % de las 200 localidades muestreadas, pese a que su hábitat permanecía intacto.
Sendos hallazgos llevaron a Sinervo a que desarrollara un modelo artificial de lagarto con microchips, capaz de replicar la temperatura corporal de un lagarto tendido al sol.
Su equipo colocó estos modelos térmicos durante cuatro meses en zonas generosamente soleadas, tanto en puntos con poblaciones de lagartos como en otros donde ya se habían extinguido.
Los expertos evaluaron el número de horas diarias que los reptiles se verían forzados a resguardarse del sol.
Así, los investigadores concluyeron que, en los lugares con extinciones de lagartos, los reptiles no habrían tenido tiempo de alimentarse ni reproducirse adecuadamente, ya que las altas temperaturas les obligarían a permanecer la mayor parte del tiempo en sus refugios.
A partir de esta primera aproximación, el equipo elaboró el modelo matemático de riesgo de extinción, que contemplaba las variables climáticas y las fisiológicas relacionadas con la regulación térmica de los reptiles.
Una vez validado, el último paso fue recopilar datos de las variables empleadas abarcando el mayor número posible de lugares y especies, para así poder realizar predicciones globales.
En total, cruzaron datos de mil 216 poblaciones de 587 especies repartidas en 34 familias de saurios y los datos globales concluyeron que Madagascar podría ser ya una de las zonas más afectadas por el impacto del cambio global, con 21% de las poblaciones extintas.
Para el experto español De la Riva, la pérdida de diversidad de lagartos y lagartijas "tendrá consecuencias en cascada para toda la cadena alimentaria, dado que estos reptiles son presa frecuente de un gran número de depredadores", por lo que hay que aplicar medidas como limitar la deforestación o proteger las áreas de montaña.
Leer artículo original (en inglés): Science
El cambio climático podría provocar la extinción de 20% de las especies de lagartos y lagartijas del planeta en 2080, lo que se evitaría en parte si se redujeran las emisiones de CO2, según un estudio.
Los autores de este trabajo, que publica la revista científica estadounidense Science, creen que, aunque se tomen medidas para reducir la emisión de gases contaminantes, sería "inevitable" que en 2050 desaparezca 6% de las especies de saurios, de acuerdo con las tendencias actuales de la dispersión de carbono.
Éstas son dos de las principales conclusiones del estudio, dirigido por el investigador de la Universidad de California, en Santa Cruz (EU), Barry Sinervo, y que cuenta, entre otros, con la participación del experto español Ignacio De la Riva, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Los investigadores advierten expresamente de un riesgo de extinción especial para los lagartos vivíparos, frente a los ovíparos.
Las previsiones -los cálculos constatan que podrían desaparecer en 70 años unas mil 300 de las cinco mil 100 especies de lagartos y lagartijas conocidos- es fruto de un modelo matemático validado con trabajos de campo de cuatro continentes y con participación de 26 científicos.
Los autores aseguran que para muchos lagartos el cambio climático es cuestión de "vida o muerte", y reconocen que los datos son "descorazonadores y devastadores", aunque "hay esperanzas" para los lagartos del planeta si se toman ya medidas mundiales.
La investigación comenzó a raíz de un estudio desarrollado en México, y tras la constatación de que ciertas poblaciones de lagartija de turbera (Zootoca vivipara) de Francia se habían extinguido.
En concreto, el equipo de Sinervo comprobó, sobre un total de 48 especies de lagartijas mexicanas del género Sceloporus, que los animales habían desaparecido en el 12 % de las 200 localidades muestreadas, pese a que su hábitat permanecía intacto.
Sendos hallazgos llevaron a Sinervo a que desarrollara un modelo artificial de lagarto con microchips, capaz de replicar la temperatura corporal de un lagarto tendido al sol.
Su equipo colocó estos modelos térmicos durante cuatro meses en zonas generosamente soleadas, tanto en puntos con poblaciones de lagartos como en otros donde ya se habían extinguido.
Los expertos evaluaron el número de horas diarias que los reptiles se verían forzados a resguardarse del sol.
Así, los investigadores concluyeron que, en los lugares con extinciones de lagartos, los reptiles no habrían tenido tiempo de alimentarse ni reproducirse adecuadamente, ya que las altas temperaturas les obligarían a permanecer la mayor parte del tiempo en sus refugios.
A partir de esta primera aproximación, el equipo elaboró el modelo matemático de riesgo de extinción, que contemplaba las variables climáticas y las fisiológicas relacionadas con la regulación térmica de los reptiles.
Una vez validado, el último paso fue recopilar datos de las variables empleadas abarcando el mayor número posible de lugares y especies, para así poder realizar predicciones globales.
En total, cruzaron datos de mil 216 poblaciones de 587 especies repartidas en 34 familias de saurios y los datos globales concluyeron que Madagascar podría ser ya una de las zonas más afectadas por el impacto del cambio global, con 21% de las poblaciones extintas.
Para el experto español De la Riva, la pérdida de diversidad de lagartos y lagartijas "tendrá consecuencias en cascada para toda la cadena alimentaria, dado que estos reptiles son presa frecuente de un gran número de depredadores", por lo que hay que aplicar medidas como limitar la deforestación o proteger las áreas de montaña.
Leer artículo original (en inglés): Science
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