TIJUANA, Baja California(SUN). El Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE) constató una importante fractura en la falla de Laguna Salada, donde se ubicó el epicentro del terremoto de 7.2 grados que devastó el Valle de Mexicali el pasado 4 de abril, informó el investigador Francisco Suárez Vidal.
Explicó que los datos corresponden a la falla, pues aún se desconoce cuánto se desprendió la península de Baja California en relación con el resto del continente.
Lo que sí puede anticiparse, es que la magnitud del movimiento generó un deslizamiento mayor del que se registra cada año, que se calcula en unos cinco centímetros.
Investigadores del CICESE colocaron 11 geoposicionadores satelitales o GPS en las inmediaciones de las fallas de Sierra Cucapá y Laguna Salada, las más cercanas al epicentro del terremoto, para determinar la actividad sísmica, y analizar desplazamientos, explicó el investigador.
De manera preliminar se pudo determinar que la falla de Laguna Salada tuvo un desplazamiento vertical de unos 40 centímetros y dos metros horizontales, además de una fractura longitudinal de casi cien kilómetros, lo que daría como resultado un desprendimiento mayor de la península bajacaliforniana.
Suárez Vidal, investigador del Departamento de Geología del CICESE, explicó que cada año Baja California se desliza unos cinco centímetros hacia el noroeste debido a que está montada sobre la Placa del Pacífico a diferencia del resto México y Estados Unidos que se hallan en la Placa del Noroeste.
Se estima que la magnitud del terremoto del 4 de abril pudo haber generado un desprendimiento mayor que no se conoce aún.
Explicó que por encontrarse rodeada de varias fallas geológicas, Baja California registra una importante actividad sismológica que provoca el desprendimiento anual de cinco centímetros de la península.
Mientras tanto, la actividad sísmica en Mexicali se redujo considerablemente y cada vez es menor la frecuencia con que ocurren temblores.
Explicó que los datos corresponden a la falla, pues aún se desconoce cuánto se desprendió la península de Baja California en relación con el resto del continente.
Lo que sí puede anticiparse, es que la magnitud del movimiento generó un deslizamiento mayor del que se registra cada año, que se calcula en unos cinco centímetros.
Investigadores del CICESE colocaron 11 geoposicionadores satelitales o GPS en las inmediaciones de las fallas de Sierra Cucapá y Laguna Salada, las más cercanas al epicentro del terremoto, para determinar la actividad sísmica, y analizar desplazamientos, explicó el investigador.
De manera preliminar se pudo determinar que la falla de Laguna Salada tuvo un desplazamiento vertical de unos 40 centímetros y dos metros horizontales, además de una fractura longitudinal de casi cien kilómetros, lo que daría como resultado un desprendimiento mayor de la península bajacaliforniana.
Suárez Vidal, investigador del Departamento de Geología del CICESE, explicó que cada año Baja California se desliza unos cinco centímetros hacia el noroeste debido a que está montada sobre la Placa del Pacífico a diferencia del resto México y Estados Unidos que se hallan en la Placa del Noroeste.
Se estima que la magnitud del terremoto del 4 de abril pudo haber generado un desprendimiento mayor que no se conoce aún.
Explicó que por encontrarse rodeada de varias fallas geológicas, Baja California registra una importante actividad sismológica que provoca el desprendimiento anual de cinco centímetros de la península.
Mientras tanto, la actividad sísmica en Mexicali se redujo considerablemente y cada vez es menor la frecuencia con que ocurren temblores.
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